AUTOBIOGRAFÍA

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Educador por profesión, vocación… y convicción. Desde 2000 camino al lado de personas y comunidades, buscando siempre nuevas formas de acompañar, motivar y transformar. Reflexiono cada día sobre mi práctica, con el deseo constante de innovar y hacer que la educación sea más cercana, real y significativa. Amante de la montaña, del mar y del deporte saludable, encuentro en ellos no solo equilibrio personal, sino también herramientas valiosas para la intervención educativa. Creo firmemente que el bienestar físico y emocional son claves en cualquier proceso de aprendizaje, y por eso los integró como parte activa de mi trabajo con las personas.

lunes, 21 de abril de 2025

DINÁMICA LOS SOMBREROS DE PENSAR "PARA TODAS LAS EDADES"

A ver, te cuento la movida de los 6 sombreros de colores (no, no es una fiesta temática, aunque podría serlo). Esta técnica, que se inventó un tal Edward de Bono, sirve para pensar mejor, más organizado y sin que el ego se interponga. Es como dividir tu cerebro en 6 versiones de ti, cada una con su sombrero de color y su estilo de pensar. Mira:

🟢 Sombrero Verde – El creativo del grupo. Este es el que dice: “¿Y si lo hacemos al revés?” o “¿Y si usamos un dragón?” Bueno, no siempre un dragón, pero tú me entiendes. Ideas locas, nuevas, alternativas.

Sombrero Blanco – El neutral. Cero emociones, solo datos. Es como un robot educado: “Según los informes, el 47% de las personas…” Muy útil cuando necesitas claridad.

🔴 Sombrero Rojo – El pasional. Aquí sacas tus tripas: “Esto me huele mal”, “Esto me emociona”. No hay que justificar, solo sentir. Corazón en la mesa.

Sombrero Negro – El crítico (constructivo, si todo va bien). Señala los riesgos, lo que puede salir mal, lo que hay que revisar. No es pesimista, es precavido. Un poquito paranoico, pero útil.

🟡 Sombrero Amarillo – El optimista. Aquí es donde dices: “¡Esto puede funcionar y aquí está el porqué!”. Es el que ve el vaso medio lleno, pero con argumentos.

🔵 Sombrero Azul – El jefe de orquesta. No se mete con el contenido, sino con la dirección del pensamiento. Decide qué sombrero toca ahora y asegura que no nos liemos.

Entonces, la idea es que en vez de discutir todos a la vez con sombreros invisibles puestos a lo loco, nos los vamos turnando. Uno por uno. Así nadie se pisa y se piensa con más claridad.

Es como un cosplay mental, pero sin necesidad de disfrazarse (aunque si quieres hacerlo, yo no juzgo).







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